Querido yo,
Espero que dentro
de unos años leas esto y pienses en todo. Espero también que por fin te hayas
mudado de apartamento como soñamos, que hayas pintado en las paredes las citas
de los grandes artistas que nos conmueven el corazón. Ahora que tengo veinte
años, te escribo esto para prometerme a mí mismo que voy a cumplir estas cosas.
Acuérdate que ambos (nosotros, yo) tenemos que procurar seguir adelante, ganar
más confianza ¡que nos toman el pelo James! Y eso tiene que dejar de pasar,
tenemos que hacernos respetar y nuestra vida tiene que dar un vuelvo, girar 360
grados.
Para los treinta
deberías (deberíamos), haber acabado nuestros estudios de ingeniería
aeroespacial, haber viajado a la Luna o a Marte (que ahora se ha puesto de
moda). Haber diseñado un hotel espacial y crear ciudades extraordinarias en
planetas ajenos al nuestro. Acuérdate James, es nuestra promesa, ir al espacio,
conquistarlo, hacer de él nuestro hogar. Recuerda que cuando teníamos cinco
años solíamos salir a ver las estrellas brillar, jugando con las naves
espaciales tamaño playmobyl, haciéndolas navegar imaginariamente por el cielo
estrellado. Así que James Scott Harvey, espero que para tu edad hayamos hecho
algo de provecho.
También tienes que
aprender francés, adecentarte estéticamente, que no veas los pelos que
llevamos, las pintas en general… ¡Joder tío! ¡Tenemos que hacer tantas cosas
para los 30! ¡Debemos triunfar! Marcar la historia con nuestro nombre en letras
mayúsculas, en los cielos, bien claro… Deberíamos ser aquel que lleve a la
gente a ver las maravillas que hay ahí fuera, las que nosotros sabemos, las que
hemos visto, las galaxias… Debemos enseñarle al mundo la belleza del universo
en su totalidad.
Y tenemos que
decirle a Sarah cuanto la queremos James, por Dios, tenemos que decirle cuánto
la queremos, cuánto la echamos de menos cuando no está, tenemos que decírselo.
(Tienes claro está). Porque Sarah es tan bonita, ¡qué bonita es! Sarah es de
esas que son activistas, le llaman, ahora en los 80, miembro de no sé qué asociación,
pero nos da igual, porque tiene que ser nuestra mujer, ¡cuántas veces habremos
soñado con amanecer a su lado! ¡Tan bella como es!
Un consejo: no
dejes para mañana lo que puedas hacer hoy, como por ejemplo yo eh, que nos
conocemos, estamos a 15 de septiembre y me prometí a mí mismo (a nosotros) que
escribiría esto el día de nuestro vigésimo cumpleaños, el 18 de abril. Así que espabila,
que como nos dijo mamá “hijo, tienes que aprender que yo no estaré
siempre para solucionarte tus problemas”.
Atentamente,
Yo, tu, nosotros,
James Scott Harvey.
PD: ¡Acuérdate que las
llaves del garage las guardas bajo el felpudo!
¡Creo que todos deberíamos escribirnos una carta similar!
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, fea :)
¡Un abrizo!
Me he imaginado a James leyendo esta carta con treinta años, no se por qué, en un piso nuevo, con las cosas aún por ordenar, sonriendo, sin haber cumplido todos estos sueños y habiendo hecho unos otros. (Porqué la mitad de la gente de este planeta, terminará haciendo cosas que ni nos imaginaríamos, viente o diez años atrás).
ResponderEliminarO quizá hayan sido imaginaciones mías, por mi estúpida cabeza.
Y si no lo ha hecho diez años después, lo hará después de diez años más, seguro.
Un beso :)
Me he escrito cartas parecidas millones de veces. ¡Es incluso más complicado ser sinceros con nosotros mismos que con los demás! Me ha gustado mucho, me quedo por aquí.
ResponderEliminarUn beso, y caramelos de colores.
Esto me recuerda a un evento que hicimos en mi instituto, creo que lo llamamos "Cápsula del tiempo". Consistía en escribir un carta a nuestro "yo" con veinte años más. Fue una pasada. Ya ni me acuerdo de lo que puse xD
ResponderEliminarEl "tu" de la posdata le falta la tilde; y alguna tilde más que se te ha escapado por el camino. Qué malas son las prisas jaja
Como ya han dicho por ahí arriba, si yo fuera James y estuviera en mi propia casa y leyera estas palabras haría memoria de lo que he conseguido y lo que no, si Sarah es mi mujer o si la chica que está a mi lado es realmente la persona con la que quiero estar. Quiero decir, tenemos sueños, expectativas, pero por h o por b, llega un momento en el que hay que elegir y tomar decisiones, mirarnos al espejo y preguntarnos qué camino seguir. Sería interesante saber si el James de 30 años cumplió con los propósitos del James de 20.
=) Muy currada la carta. ¡Me ha encantado!
¡Un saludo!
qué ternura, por favor.
ResponderEliminarme ha encantadooo!
(soylènefar)
Oh, qué tierno. Esto me ha recordado a los de las cápsulas del tiempo :)) Espero que todos sus sueños se cumplan, tal y como se prometió :))
ResponderEliminarY mientras te leo, me pregunto que he hecho yo todo este tiempo para haberme perdido estas entradas.
ResponderEliminarAl tema, me encanta el nombre, es un nombre fuerte y con gancho. Me imagino a un chico jovial, de sonrisa espontánea y ojos claros, con unas poquitas pecas en la nariz. Esa clase de joven revolucionario que quiere comerse el mundo y hacerlo suyo. Y me he sentido indentificadísima, ¿sabes? porque desde pequeñita ese ha sido mi sueño, siempre he querido ser astronauta, pero por circunstancias de la vida no es así. Y su madre es tal cual la mía, jajaja. Dile a James que el truco es levantarse cada mañana y preguntarse: ¿qué es lo que estoy haciendo? ¿esto es lo que quiero? y ¿me hará feliz en el futuro? Cada día, hay que construir cada día nuestro camino hacia la felicidad.
Una carta muy muy bonita y llena de algo así como optimismo :)